Pon play y lee:
Y dice asi...
No soy, somos,
No estas, eres,
No quieres, tienes.
Si eres superficial no vales, lo
que crees.
Caminaba por las calles de Lima,
con un dolor de pies, de aquellos que te hacen sentir rencor por la estética y
el buen vestir, extrañaba mis zapatillas, solo quería que lo supieran
En esos momentos en los que me
quede en medio de la gente solía recordar cuando caminaba por la playa, y nadie
se interesaba por lo que llevaba puesto, iba descalza sobre el suelo blando
caliente, me gustaba sentir la presión del calor, el olor a mar cálido, el
sonido de las olas.
Guardo un te quiero en la
refri, deje un lo siento en el
microondas, en las bolsas negras tengo al orgullo y la inmadurez, que no me
dejaban ver más allá de lo que debía, el error está siempre presente, como el oxígeno, sin embargo el amor, ese es el que aún
permanece oculto entre mis sabanas, entre recortes de revistas, entre figuritas
de anime, ese es el que está dentro de mi reproductor de música, que no deja
que me deleite en modo aleatorio, ese que deja que llueva y cuando me mojo de
lo lindo, para la garúa y me quedo sola sin ninguna expresión en el rostro.
Al menos Rubén entendía de eso,
al menos podía estar quieto en un solo lugar mientras yo me retorcía de rabia,
por alguna extraña razón, la cual aún no sé cuál es, bipolar eres! Me decía, guiñando un ojo y
arreglando mi cabello, sabía que el destino nos había preparado la torta de
chocolate perfecta para la fiesta de los olvidados, esa que creamos como evento
antes de la existencia de las redes sociales.
Recuerdo que una vez se le cayó
el helado en los zapatos y mientras esta dama loca lloraba de risa, el renegaba
y caminaba rápido de un lado a otro, como si estuviera atrapado en ese cuadrado
de la vereda.
Rubén, recuerdas los carnavales? Recuerdas
cuando aquella señora te hecho agua sucia? Jajajajaja como olvidarlo si
presenciaba todo desde el mejor palco, la ventana de mi casa.
Fue tan gracioso saber de ti, que
no te has ido, que sigues deambulando por las calles de lima buscando una
historia que contar, buscando unos niños a los cuales entretener, pensando en
la soledad de sus madres, pensando en la conchudez de sus padres.
Tu nunca conociste al tuyo,
y sé que eso no fue obstáculo para celebrar
el día del padre imaginario conmigo jugando a las cartas, o tomando yogurt en
el atrio de la iglesia, solo sé que nos divertíamos como nadie, como todos,
como ninguno, y éramos felices como fulano, zutano y mengano, que no se conocen pero que todo el mundo los
relaciona, así fuimos, así me gustaba, así
vivía encandilada en esas cejas dispersas, en esos ojos chinos, en esos
cabellos raros, en esa chompa azul, que parecía una camisa, en esa patineta
roja que parecía la de Marty Mc Fly, y ese autobús que te dejo sin aliento, que
te dejo sin más que decir, sin más que decirme.
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